In memorian Eduardo Chirinos (Lima, 1960-2016)

El día de hoy en la mañana el poeta limeño Eduardo Chirinos ha muerto. El vate pertenecía a la generación poética peruana de los ochentas y la mejor forma de recordarlo es mediante algunos de sus poemas


1. Cuando nos ronda la muerte

Un león llorando
tras las naves incendiadas.

El fuego
del incendio.
¿Qué león?,
¿qué naves incendiadas?

Toda separación es muerte: la carne

que amamos, los ojos, los cabellos,
la deseada piel.

El tiempo

nos expulsa de lo que alguna
vez fue nuestro.

El tiempo
incendia, el tiempo desvanece.
Y el poema dice su verdad.

Aunque nunca lo escuchamos
el poema arranca nuestros ojos



2. Antes de dormirme

Es tarde, pero quisiera decir algo.Esa música tardía, esos ecos que rebotan
en las piedras y crean silencios.
No, no es eso exactamente:
entre eco y eco hay una música
y en ella un ladrido, un dolor, un golpe seco.
La palabra que alguna vez borramos
vuelve a su lugar
como la música tardía, como el silencio.
Pero no es eso tampoco. Escribir: callar:
cerrar los ojos. Ecos
que rebotan en las piedras y de nuevo
el ladrido, el dolor, el golpe seco.
No sé cómo explicarlo.
Pero es tarde
y en verdad no quiero decir nada.

3. ESCENA PARA UNA PELÍCULA

¿CÓMO MANEJA uno los recuerdos? Yo tengo
varios que se alternan y, para colmo, varían
con el tiempo. No son organizados. Un buen
día aparecen y ¡zas! se instalan sin permiso
reclamando alguna música, si es posible
alguna explicación. Ayer, por ejemplo, tenía
siete años y entré sin llamar al dormitorio
de mi madre. La ventana daba a un amplio
jardín donde jugaba el collie, al fondo
renacía una palmera, un floreciente árbol
de papayas. Mamá se pintaba las uñas
de los pies. Parecía estar muy concentrada
y apenas me hizo caso. «¿Por qué te pintas?»,
pregunté. «Porque hoy llega tu papá», me
dijo. Y eso fue todo. No. Eso no fue todo.
Su vestido colgaba impaciente de una silla
y una cámara filmaba sus piernas (la
izquierda recogida, la derecha ligeramente
levantada). ¿Qué quería de mí ese recuerdo?
No lo sé. Si le pregunto dirá que no había
ningún collie. Que tal vez había soñado.


y dice en voz baja su verdad.

Comentarios

Entradas populares