Muestrario personal 2008-2012 / Parte Primera

Cómo habrán visto, por lo general soy poco de mostrar mis escritos en este blog, es decir mi creación poética. La razón es que prefiero este espacio para difundir otras propuestas, pero esta vez me he dado una licencia y en función de un ejercicio terapéutico de revisar mi pasado, encontré estos poemas que quiero compartir.
Formaron parte de un libro que nunca vio la luz y que armé hacia el 2013, algunos fueron leídos en recitales otros son inéditos. Fueron otras épocas con otros lenguajes y siempre es bueno revisar el pasado personal. Se los presento para que opinen:


Tratado sobre la pertenencia                                                                           22/09/08

Si la pared es derrumbada, su sonido nos devuelve al sentido primigenio
un sentido encontrado en la pesquisa de la última gota del alma,
dando vueltas en los dedos.

Se abre la totalidad de un vestíbulo y se desnuda una figura,
el polvo va cayendo como el vestido raptado por los moros a sus esclavas,
solo queda la figura del recuerdo tácito del mundo:
mudo acontecimiento.

Un río de ojos se desborda en el suelo,
el caminar se vuelve un pecado,
entonces
lo más sagrado es ocultar las palabras, el aliento...

Hay muchos seres inferiores rodeando la belleza, esperando....

La última cuerda que me une al lugar se ha tensado,
esa forma de dolor del mundo es nuestra única aprehensión,
la no vida guardada en el tratado de la pertenencia



E-60                                                                                                               15/11/2010

Para alguien que quedó en la división del Mundo, 
O vendrá del otro extremo.


Ella resiste,
la muralla está en sus ojos.

Con la profundidad de sus dedos quemó esta espalda.

El que sea inmortal no me excusa,
su espada vigila mi camino.

En la mesa es difícil decirle algo,
sus sonidos se imponen,
prefiero mirar otro leño ardiendo.

Me hace poner la lengua sobre la Biblia,
Me dice:
“prueba los Salmos, tienen el sabor del metal”

A treinta minutos de partir,
lo único seguro entre los dos;
es la migración, su flujo, la muerte simbólica: 
“no seas estatua por los siglos de los siglos"


                                                                                                                                 24/03/2011
La chica de Potsdam



La estrella roja nunca la iluminó.
Nunca tuvo pesebres en diciembre.
Para ella solo hay canciones de Ray Charles.

Puedo escribir algo más humano,
despintarle el hierro y fuego en la frente,
darle algo de rocío…

Pero pongo el adiós como palabra bendita,
y el marfil es la prueba de este poema,
y su existencia está en una tarde completa.



El segundo sueño de Ptolomeo

                                                                                                                                        04/05/2011

La ceniza cubre el sueño de Ptolomeo,
la escritura corre por el llano,
es la vez mil que alguien llama al refugio.


Alguien busca sacrificios para su dios,
corren dentelladas, puñales, cortes, muchedumbres;
y tras él, los sellos se cerraron:
ni cuatrocientos golpes, ni siete veces siete;
sólo el aliento,
el deseo,
el morador.

Bajo el polvo se guardan minutos,
el recuerdo de fogatas aparece,
y con la estatura del mismo Ptolomeo se escribe:
“Soy el centro del Universo”.


Comentarios

  1. Bajo el polvo se guardan minutos,
    el recuerdo de fogatas aparece,
    y con la estatura del mismo Ptolomeo se escribe:
    “Soy el centro del Universo”.

    ---
    Fabuloso.

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