Poesía desde el no lugar - sobre Roca Negra de Omar Alarcón

 "¿Quién modela en barro/La forma del viento?"

Evoco un desierto, un paisaje desalado, donde está la nada y justamente por ese vacío se puede decir todo. Eso es Roca Negra de Omar Alarcón (Andesgraund Ediciones, 2020)

"¿Quién dibuja una puerta en medio del vacío?"

Y de mano del autor, entramos por esa puerta, a un mundo laberíntico donde reina un ambiente liviano y donde es posible encontrar sentido a la letra de Virus "las cosas se alejan de mí"

El poemario también propone una visión filosófica, de corte fenoménico, en su voz poética que como bien apunta Virginia Benavides en el prólogo "Existe una fragilidad en la definición del ser que se antepone al parecer". Los objetos poéticos, como imágenes, tienen un norte; mostrar que todo se diluye y cuándo se está a punto de asirlos, se borran.

"Nadie remueve las cenizas de un muerto"

Omar precede este trabajo poético con un documental que muestra a uno de los poetas bolivianos más alucinantes y por lo tanto más escondidos que dio dicho país: Hugo Montero (Mar Negro 2019-Reseña). Su brillo, cual rara avis, apareció y de pronto la locura y las voces de su tiempo, lo opacaron: "Escribir es acaso resucitar".

¿Habrá un espirítu de Montero en los versos de Alarcón?. Dejo la pregunta para que los lectores de este blog lo investiguen.

"Somos la sed/ que el desierto olvida"

Aquí entramos al corazón del libro, la reafirmación contínua de lo que se és por lo que no se puede ser o hacer. Las esencias que son ausentes marcan los versos de Omar. Y así comienzan una serie de versos que demuestran ese derrotero:

"El adiós no se dibuja en la palma de la mano, no se nombra" 

(Adiós como última puerta antes del Hades)

"Al caminar desenterramos el mundo de sí mismo" 

(La concepción del ser en el mundo, un Dasein pero que con cada paso vuelve al mundo una tábula rasa)

"Cada día/ por nuestra casa transita/ el entierro de un poeta

(La muerte también puede desaparecer a la poesía)

"¿La poesía es una máquina de luciérnagas en la noche?" 

(La poesía es vista como una máquina que hace "frivolidades", "no dice nada", para el mundo de la rutina. Brinda fuegos "fatúos" para los existencialistas)

Pero cuando pensamos que todo lo que se ha dicho antes podría definir al poemario, el poeta nos ofrece una segunda parte que empieza con otro verso que equivale a  un nuevo comienzo:

"Adentro, la lluvia borra todo lo escrito"

Y luego vamos viendo como todo ese vaciamiento comienza a tomar un sentido que, por qué no, es muy sútil:

("Ahora estoy seguro, ningún

sueño de libertad se

compara a una mariposa en

el vacío")

casi podemos imaginar lo mistérico que tenemos ante nuestros ojos

"Colgar soles en el corazón de la muerte"

arrebatando a la muerte su esencia

"Los ciegos cavando un hueco en el crepúsculo"

para finalmente saber que algunos misterios es mejor que no lo descubramos porque simplemente no dicen nada, ¿qué sino un ciego cavando en la oscuridad?

Rescato un último verso, con el cual cierro esta pequeña lectura del libro de Omar. En él se encierra que la familia, el clan, el grupo puede ser la primera y más profunda experiencia de vacío

"En nuestra mesa sólo nos pertenece aquello que compartimos"

Los invito a conseguir este libro de Omar, que nos trae nuevos vientos de la poesía boliviana.¡Salud por eso!



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