Poética Fractal - Lectura de presentación del poeta Paulo Gonzales Cárdenas para Hombre Fractal (Huancayo-Agosto, 2022)
Amigos del blog, después de un buen tiempo regreso a los post. Han sido meses de muchas cosas que he vivido y como denominado común, he sentido que el tiempo siempre ha faltado.
Una de las cosas más bonitas que pasó ha sido la participación, luego de 3 años de virtualidad, a una feria del libro, que en este caso ha sido en la ciudad de Huancayo (VI FIL Huancayo 2022). En dicho marco presenté mi poemario Hombra Fractal (Editorial Bisonte, 2018) y tuve el agrado de que me acompañara el poeta Paulo Gonzales, el cual dedicó éstas palabras para el libro. Gracias infinitas y hasta la próxima entrega
Poética fractal
Definitivamente los escritos de Luis representan una poética fractal,
una unión de ruptura en anáforas. Sus imágenes de filosofía humana, yendo de lo
cotidiano a lo trascendental, mellan en el pensamiento más ambiguo y
sofisticado, de la conversación coloquial a lo académica. Definitivamente este
poemario lleva el hilo conductor de definirnos como seres humanos y de demostrar
que algunas ramas de las ciencias exactas pueden servirnos como herramientas
para crear poesía, tal es el caso de los fractales.
Un fractal es un objeto geométrico en el que se repite el
mismo patrón a diferentes escalas y con diferente orientación. La expresión
fractal viene del latín fractus, que significa fracturado, roto,
irregular. Si un objeto fractal lo aumentamos, los elementos que aparecen
vuelven a tener el mismo aspecto independientemente de cuál sea la escala que
utilizamos, y formando parte, como en un mosaico de los elementos mayores. Es
decir, estos elementos tienen una estructura geométrica recursiva. Si
observamos dos fotografías de un objeto fractal con escalas diferentes (una en
metros y otra en milímetros, por ejemplo) sin nada que sirva de referencia para
ver cuál es el tamaño, resultaría difícil decir cuál es de las ampliaciones es
mayor o si son distintas.
Es interesante ver la mirada matemática, pero para nuestro
diálogo también es necesaria ver la mirada poética: “Los fractales en la poesía”.
De los ejemplos con que podría ilustrarse la coincidencia que se da en este
caso entre la visión poética y matemática de la realidad, los versos de Luis
poseen objetos de clara naturaleza fracta:
Los
insectos
son
el reflejo de estrellas frías y alejadas,
son
los soles negros en fila india.
Los insectos, en sus almas llevan el
latín (Apis Mellifera, Vespula Vulgaris, Blatella Germánica) Los insectos,
también tienen la esperanza de volar mientras ven reptar a los humanos.
En este extracto de poema titulado Los insectos, que nos
tira el cable a tierra necesario haciéndolo alegoría hasta convertirlo en oxímoron,
podemos comprobar que no somos nada ante la magnitud infinita del universo.
Estos versos me hacen recordar a la novela de Oswaldo Reynoso “El escarabajo y
el hombre”, monólogo de un estudiante universitario quien en una cantina le
cuenta a su profesor la vida de vértigo que tienen sus amigos de barrio, y
entre el diálogo es que aparece la figura de un escarabajo estercolero.
Entonces se entiende que algo tan pequeño logra menoscabar algo tan profundo
como es la vida misma y ese tema definitivamente da pies a reflexionar. Ustedes
saben que la población de insectos en la Tierra es incomparable con la de seres
humanos, en ellos se basa el poema.
En Durmiendo en una trinchera, vemos el tupido
entramado de los colmillos de los árboles de algún bosque, donde se enhebra el
viento, mientras lo leen (ya que este poema probablemente es epistolar), se leen
en la porosa efervescencia que culmina en los colmillos errantes sobre las que
fosforece la luna, o el inaccesible hálito de un girón danzante de niebla. A lo
que hay que añadir la ubicuidad de las altas estrellas, esos puntos que se concentran
en los ojos de una extraña mujer convertida, finalmente, en ciervo, conformando
un mosaico de luz cuya complejidad inasible por el ojo casi alcanza la
bidimensionalidad mientras ella, la del nombre misterioso, permanece.
Y así sucede con los poemas sucesivos como Procesiones de primavera,
Los idiomas flotantes, Sankt Anton, que es una localidad austriaca de
los Alpes tiroleses conocida por ser la puerta de entrada a la estación de
esquí de Arlberg.
Y es que todas esas ambigüedades son, en realidad,
consecuencia de la naturaleza fractal de dichos objetos. Ocurre que nuestra pobre
percepción visual es incapaz de apreciar la realidad de su dimensión
fraccionaria; realidad que, en cambio, se pone de manifiesto al aplicar el
afilado bisturí de la dimensión del matemático alemán Félix Hausdorff o la
aguda intuición onírica de mi compañero Luis.
Percibo también, con mucho agrado, que el poemario está
influenciado por poetas peruanos como José Watanabe o Blanca Varela, y espero
que así sea. En tanto, ambas partes como “Hombre Lúdico” y la que da nombre al
poemario “Hombre Fractal”, dan guiños a los poetas que cité como “Animal
Nocturno” y “A media luz”, y desde este enfoque podría decir, sin temor a
equivocarme, el sano atisbo que pienso y que da poder al poemario. Nótese que
la influencia es necesaria para dar voz propia a los escritos, y que un poeta
siempre debe leer en todo momento para dar saltos, para no repetirse, para
hacer un símil entre una obra y otra, las primigenias, con lo que se viene
escribiendo en este momento.
Así mismo es muy interesante ver en el cuerpo del poemario referencias
sobre música como rock, punk, new wave, a Ian Curtis, The Bolshoi, Chavela
Vargas, descritos fijamente y hasta en epígrafes, pero también pienso que hay
algo de Joaquín Sabina, U2, Charly García, Depeche Mode, New Order, entre
otros. Es que la música y la poesía siempre han estado íntimamente unidas. La
música obra en el sonido y el silencio, la poesía obra en la palabra. Sin
embargo, las palabras también conllevan sonido y silencio. La música también
conlleva significado por sí misma, igual que las palabras. Esta es la estrecha
relación que las enlaza y funde. Si nos remontamos a la antigua Grecia,
encontraremos el concepto de poesía como creación, de tres tipos diferentes:
lírica, dramática (teatral) y épica (narrativa). La lírica se llamaba así por
ser poesía cantada, acompañada de una lira. Actualmente es la poesía lírica la
considerada, de forma general y popular, como poesía. En aquella Grecia, los
rapsodas y los aedas se dedicaban precisamente a esa poesía cantada. Es así,
pues, que Luis, como creador y enamorado de fundir música y literatura, ha
expuesto en Hombre Fractal muchas referencias musicales.
Una referencia musical muy arraigada es el poema:
LOS TINIEBLOS
Quiero ver
a qué sabe tu olvido
(Chavela
Vargas)
¿A qué sabe en
verdad tu olvido?
A una legión de
espejos,
a los susurros que
se dan en la oreja
a todos los
silencios que vienen desde ese armario de caoba.
Lo invisible se hace
con la forma de las piedras y los hombres,
lo invisible es una
tormenta que se avecina,
una pérdida de
valentía
o una mirada entre
pequeñas ruedas dentadas.
¿Sabes guardar los
libros bajo la cama?
¿Sabes cómo guardar
los cajones de recuerdos?
Existe todo un arte
para ello,
al igual que saber
cómo ahogarse por varios días
y salir con los
pulmones ilesos.
Las sombras doblan
la esquina,
toman cuerpo,
dan miedo porque ahora
están en el cuarto que siempre fue nuestro,
y vigilan cómo solo
lo pueden hacer los ausentes.
Ahora te vistes, te
pones los lentes y sonríes a medias.
En mí queda la
oscuridad de tu cuerpo y varios secretos.
En la calle todos
son muertos,
recuerdos de
desaparecidos en guerras
o en viajes de
exploración
Mercurio es un
canalla que se mete por la ventana y ríe.
Y aquí me quedo
escribiendo otro gran secreto,
el mejor de todos:
La Fabricación del Silencio
Comentarios
Publicar un comentario