Ponencia sobre ciencia ficción peruana - FILH Cuba, Febrero 2014
Esta fue mi ponencia sobre la ciencia ficción peruana en el Centro Dulce María Loynaz.
La actividad se desarrolló el día Viernes 14 de Febrero (¡que mejor fecha para hablar de ciencia ficción):
Fuentes:
Ciencia ficción Perú 2002-2008 de Daniel Salvo en http://cifiperu2002.blogspot.com/
Entre el desierto y el entusiasmo:
Panorama de la ciencia ficción en el Perú por Daniel Salvo (2004) en http://www.elhablador.com/cf2.htm
Sobre al norte de los ríos futuros de Jerónimo Pimentel por Jorge Posadas en http://www.transtierros.com/sobre-al-norte-de-los-rios-del-futuro-de-jeronimo-pimentel/
Al Norte de los Rios Futuros Jerónimo Pimentel (2013) Ediciones Liliputienses
La actividad se desarrolló el día Viernes 14 de Febrero (¡que mejor fecha para hablar de ciencia ficción):
Hacer un panorama de la ciencia ficción peruana es un
trabajo que lo comparo con una labor de microscopio electrónico. Este
instrumento con su poderosa lente de aumento, nos permite ver en la piel de
nuestra literatura, esa fauna que reclama su espacio y su propio nombre,
dejando der ser confundida con otros géneros que están más de acorde con el
canon.
Con el paso del tiempo la ciencia ficción peruana comenzó a
tener sus propios héroes y obras fundacionales, sus hitos. En esta ponencia,
por un tema de tiempo y también espacio para los presentes, recorreré la
historia de este género en el Perú desde fines del siglo XIX hasta nuestros
días.
Antes que nada debo decir lo siguiente, esta ponencia la
hago más que todo como un amante de la ciencia ficción, que la cultivo en la
poesía que he hecho y en una aventura narrativa coautoral. Esta ponencia tiene
la intención de invitarlos a descubrir este género en el Perú
Felizmente, ya tenemos excelentes estudios sobre el tema
como Daniel Salvo y su página Ciencia Ficción Perú y Carlos Enrique Saldívar
con su grupo Coyllur y la revista Argonautas. A los cuales remito para tener
una información más detallada de esta introducción
He divido en tres partes este recorrido:
Ciencia Ficción Peruana en los finales del diecinueve y
principios del veinte: Clemente Palma, La última rubia y XYZ.
Ciencia Ficción Peruana en la segunda parte del siglo
veinte: Los héroes Jose Adolph y Juan Rivera Saavedra
Ciencia Ficción en el siglo veintiuno: La siguiente
generación
Ciencia Ficción Peruana en los finales del diecinueve y principios del
veinte: Clemente Palma, La última rubia
y XYZ
¿Quién fue Clemente Palma?, nada más y nada menos que uno de
los hijos de nuestro tradicionalista por excelencia Ricardo Palma. En su vida
(que va de 1872-1946) fue un personaje polémico por sus postulados sobre las
razas, así como por su postura frente a la iglesia católica y su afinidad al
satanismo y malditismo francés. Se dedicó a ser periodista y cuentista de
relatos fantásticos que publicaba en los periódicos en los cuales él trabajó como La Crónica.
Esos cuentos luego los reuniría bajo el título de Cuentos
Malévolos del año 1904. En su conjunto son una recopilación de 12 cuentos
fantásticos, donde abunda la influencia de Edgar Allan Poe, Oscar Wilde y Guy
de Maupassant. En su conjunto toca temas sobre el desencanto, el idealismo, lo
oscuro, lo onírico, la ciencia.
Dentro de este grupo está una de las obras fundacionales de
nuestra ciencia Ficción, en clave de
cuento, La Última Rubia. En este relato, mediante la exposición de un
problema para la sociedad del siglo 31 que es la ausencia de oro en el
planeta y de la búsquedas frenéticas
para hallarlo en su forma sólida (que van desde someter una mezlca de Uranio y rayos solares a
presiones de billones de atmosfera dentro de cajas presurizadas, hasta utilizar
alquimia bajo métodos científicos como es el uso de mezclas de flor de liz, con
bilis de oso y molibdeno todos con el mismo resultado: oro volátil) Palma nos
muestra un mundo futuro donde plasma sus pre juicios sobre la mezcla de razas
(en especial la amarilla) y la necesidad de mantener la pureza de las mismas
privilegiando la salvaguarda de las razas europeas:
“No había rinconcillo del mundo á
donde esa gente no hubiera llegado y estampado la huella de su maldición
étnica: no había un rostro que no condujera un par de ojillos sesgados y una
nariz chata; no había cabeza que no estuviera cubierta de cerdosa y negra
cabellera. Con verdadera rabia esos salvajes macularon la belleza europea, como
para anonadar lo que ellos no podían producir. Quizá para asegurarse así las
victorias del porvenir”
La búsqueda de este personaje es hallar a la última
rubia pura (búsqueda que a los pocos años se plasmaría en las realidades nazi y
fascista en la Europa pre-segunda guerra) porque mediante sus cabellos como
materia prima y un proceso alquímico que dice heredar de Paracelso, Flamel y el
mismo Cornelio Agripa puede producir un oro duradero y sólido.
Este cuento es transgresor e incómodo para muchos,
porque nos muestra un Palma crudo, que es el Palma que cree en la supremacía
racial y cultural de ciertas personas conjugada con su afición por las ciencias
ocultas y la ciencia pura. Un collage que nos muestra un mundo abocado a
consumirse para consumir más oro
A este cuento, le seguiría otra obra que durante muchos años
fue ninguneada por la crítica por considerarla como bizarra o como el mismo
Palma subtitularía a XYZ (una novela
grotesca). El protagonista es un brillante joven científico llamado Rolland
Poe (que como nos hace notar Salvo en sus exégisis de dicha obra es un homenaje
velado a su padre Ricardo Palma y Allan Poe, pues usará las iniciales R.P. en
toda la novela) R.P. luego de una brillante carrera en la ciencia (en la
historia el da consejos sobre la relatividad a Einstein y sobre el uso de la
radioactividad a Marie Curie) decide incursionar en ámbitos como la industria
cinematográfica.
Nuestro personaje queda sumamente cautivado con las
estrellas de cine, así que decide clonarle mediante un proceso que incluye albumina y
radioactividad. Así, Palma nos recalca su interés total por las ciencias
ocultas (es claro el mito del demiurgo) y la ciencia nueva de la radioactividad
que para él deberían tener un punto de encuentro en la creación de vida o de
cosas valiosas para el hombre.
Pero Palma también nos mete de lleno en los peligros de la
radioactividad, presintiendo lo que en unos años el vería casi al poco antes de
fallecer, la bomba atómica. Sus copias de Greta Garbo, Rodolfo Valentino y
otros actores al poco de ser creados, como miniaturas de 40 cm del original, terminan
todos como una especie de líquido espeso y R.P al manipular la nueva ciencia
terminará enfermo de muerte (sin quererlo estaba viendo a las futuras víctimas
de Hiroshima y Nagasaki y lo peligroso de intentar ser Dios o un dios en el
mundo moderno).
Así, nuestro Clemente Palma introduce al Perú en una
tradición de ciencia ficción, mientras a su alrededor los debates sobre el
indigenismo eran pan de cada día ¿estamos frente a un acto de escapismo?,
déjenme decirles que estaba abriendo una puerta y un mundo nuevo para encarar.
Ciencia Ficción Peruana en la segunda parte del siglo veinte: Los
héroes Jose Adolph y Juan Rivera Saavedra
¿Por qué llamar héroes a estos dos escritores? Se define
como héroe a la persona que realiza hazañas extraordinarias, dignas de elogios,
arriesgándose como persona.
En la mayor parte del siglo veinte, el realismo y lo real
maravilloso se impuso durante la primera mitad, para luego la narrativa urbana
y coloquial se entronizara durante la otra. Así el realismo urbano en el Perú
impuso su hegemonía, apoyado por las editoriales y el reconocimiento
internacional.
Si vemos este panorama, el realizar ciencia ficción en el
siglo veinte es una hazaña extraordinaria y por ende heroica, y más elogiable
si los productos tuvieron una calidad de precursoras
Empecemos con José Adolph. Este escritor de origen alemán
(nace en Stuttgart en 1933) viene al Perú joven huyendo junto con su familia de
los nazis que los persiguen por sus filiaciones troskistas. Se nacionaliza en
1974 y comienza su carrera en los años setentas.
Una de sus tantas obras en el género y que a la postre es la
más conocida como obra de ciencia ficción es la novela “Mañana, las ratas”
(1984). Lima se presenta en el año 2034 como una ciudad en decadencia, anómica,
donde un grupo de personas se pueden llamar “humanos” y el resto es conocido
como “ratas”.
Los llamados “humanos” trabajan para grandes transnacionales
que gobiernan buena parte del mundo del 2034. Son personas que tienen el poder
y lo ejercen de una forma muy específica mediante la sexualidad. La mayoría de
ellos buscan entre los barrios donde viven las “ratas” a personas que estén
dispuestas a realizar cualquier tipo de fantasía que ellos desean. En su
mayoría muchos de ellos se desviven por el vouyerismo.
En ese intrincado surge una relación entre Antonio Tréveris
y Linda King, que por el sólo nombre da a entender a qué parte de la ciudad pertenecen ambos.
Con esta novela Adolph no se desentiende de la realidad
peruana y limeña de los ochentas, es más las proyecta. Así nos presenta esa
Lima en donde era (y aún lo es) bien marcada las divisiones sociales, las divisiones
entre distritos ricos, pobres y algunos emergentes. El inicio de una guerra
civil y terrorista en todo el país que nos desangraría por más de 10 años. La
decadencia de una ciudad donde el “criollo” es el que gana, el que comenzará a
acumular dinero.
Sin querer la figura de Antonio Tréveris refleja a ese
yuppie a la peruana de los ochentas y principios de los noventas, siempre en
busca de sus Linda King con las cuales se puede dar todas las libertades donde
las máximas son “lo que tu mujercita haga
con su preciosa serie de agujeros no le concernía a él mayormente” o “y si
mi mujercita tiene algo por allí, eso es inevitable y además con qué derecho
yo, pero en fin (...)”
Cyberpunk sexual en Lima del 2034 con sabor a los ochentas,
una visión profunda del poder que tomarían las transnacionales en los
siguientes 30 años y la afición que todos tenemos por ser el “Gran Hermano” que
todo lo ve y que Adolph nos propone. En un comentario sobre la novela en el
diario la República de ese año (1984) se
lee lo siguiente:
“por fin, en el Perú tengamos alguien que nos diga lo actual, lo
acuciantemente presente, bajo la metáfora de lo anticipado y lejano, a la
manera de las parábolas de Ray Bradbury o de Kurt Vonnegutt Jr., incluyendo
películas tan hermosas de anticipación como Blade Runner (...)”. Todo es totalmente cierto
con este autor.
Adolph nos dejó en el 2008 con esta proyección de Lima
y también un hermoso legado de su
cuentística de ciencia ficción en un recopilatorio de 1971 llamado “Hasta que
la muerte” que en sus 10 relatos podemos ver como profundiza en los orígenes de
la humanidad (Comienzo), hace un juego con los dioses andinos y su aproximación
con el mundo católico de una manera muy original (El Falsificador), juega con
la inmortalidad y sus implicancias (Nosotros No) y por ultimo nos da las bases
de lo que sería el Cyberpunk que el desarrollaría en su novela (Los Mensajeros)
Juan Rivera Saavedra limeño, nacido en 1930. Dramaturgo,
escritor y ensayista. Se ha dedicado también a la televisión escribiendo
libretos para novelas y series peruanas.
El aporte, que lo hace otro de los héroes, es que fue el
primero en publicar e introducir el género del microrrelato o género breve en
la ciencia ficción peruana. Si bien su vertiente más fuerte se declina por
temas sociales y políticos de su época (al igual que Adolph vivió la violencia
política y terrorista de los ochentas). Producto de esto, su obra más destacada
para el género está en la recopilación Cuentos
sociales de ciencia ficción (1976) donde la ironía, la visión aguda y la
crítica política son la carta de presentación como en el siguiente relato:
La Causa
El cohete quedó
listo.
Buscaron entre todos
los voluntarios a un negro, y lo enviaron a Marte.
Como fue un éxito la
operación, reclutaron esta vez a dos negros y, al igual que al anterior, los
enviaron a Marte.
Luego mandaron a
cinco; después a diez; más tarde a cien, hasta que no quedó un negro en
Norteamérica.
Hecho esto, los
blancos perdieron todo interés por los viajes especiales y destruyeron los
planos.
Rivera Saavedra sigue siendo un claro ejemplo de
contestación a la realidad, aunque ahora más apegado a la dramaturgia pero sus
otros libros de cuentos de micro ficción Punto (1964) y Oprimidos y reprimidos
(2004) donde en cada uno refleja su reflexión sobre el poder en la ciencia
ficción.
Podemos decir que sus tres obras representan la trilogía del
poder en el futuro.
Ciencia Ficción en el siglo veintiuno: La siguiente generación
Esta nueva generación forjada a mediados de los noventas y
en estos años del siglo XXI han contado con la herramienta soñada en las fantasías
de Heinlein, Clark o Dick, la herramienta que conecta a seres humanos en
cualquier parte del mundo y con el tiempo quizás con colonias en otras
planetas: Internet.
Con esta herramienta la publicación y la difusión de la
ciencia ficción está en su etapa dorada. Revistas, recopilaciones y congresos
están a la orden del día
Aquí haré una distinción arbitral, por un lado están los
autores de los noventas del siglo XX y por otro los autores de los primeros
años de la década del 2000. La división no es por temática, más bien siguen unidos
por un hilo a los fundadores del género,
sino por los medios de difusión.
Mientras que los autores de los noventas, aún se valieron en
sus primeras ediciones de la imprenta clásica, los autores de la década del
2000 se valieron del internet. Así muchos jóvenes de los noventas se dieron a
conocer con relatos de ciencia ficción y también colaboraron mediante páginas
especializadas de otras partes del mundo siendo páginas como la argentina
“Breves no tan breves” o las páginas españolas “Portal de Ciencia y Ficción”.
Así mismo las revista virtuales han hecho su parte para
difundir a los nuevos y consagrados como es el caso de la revista peruana de
ciencia ficción “Agujero Negro” así como “Argonautas” o las ediciones por esta
vía del “Gato Descalzo” con sus antologías “Somos Libres” sobre literatura
fantástica y ciencia ficción
Entre los autores surgidos en los noventas tenemos a Enrique
Prochazka y su recopilación de cuentos “Un Único Desierto” de 1997 que en
palabras de Salvo:
“podemos seguir
con asombro y deleite el desencuentro entre sendos representantes de culturas
distintas, la prometeica epopeya de un ladrón de energía eléctrica, la
continuación de la temática orwelliana de "1984", el entrecruzamiento
de realidades paralelas y el maravilloso viaje de un porquerizo en busca de la
sabiduría.”
Dentro
también es de especial interés el relato el Breve Mar donde mediante la
creación de una presa que aprovecha el agua de mar para crear electricidad, los
futuros ingenieros se hallan con los planos originales, llevándose una gran
sorpresa al darse cuenta que estos no son producto del cálculo integral o de
mecánica de materiales sino de ciertas prácticas chamánicas de los brujos del
norte del Perú.
Entre
los autores de los 2000 tenemos el caso de Carlos Enrique Saldivar (1982) que
es un producto total de su década. Tiene a cargo las revistas virtuales
Argonauta y forma parte del comité editorial de Agujero Negro. Él ha transitado
entre la ciencia ficción y el horror destacando su obra “El Otro Engendro”
donde podemos ver como el autor hace que Frankestein descubre el mal, mediante
la figura de un aristócrata culto, perverso y malvado Peter Fredich Dracois III
el cual se da el lujo de dar consejos a la criatura como: “si alguien quiere golpearte, aplasta su cabeza”. Aquí Carlos
retoma el viejo mito de la corrupción del hombre puro por la sociedad,
especialmente la sociedad aristócrata y pre-capitalista que degenera todo lo
que toca.
Hasta este punto hemos hablado mucho sobre la narrativa de
ciencia ficción, pero ¿podemos hablar de una poética de la ciencia ficción?.
Esta empresa es aún más heroica y quizás podamos ver los primeros bocetos de
mundos científicos – oníricos con los Extramuros del Mundo de Enrique
Verástegui (1971).
Pero han tenido que pasar muchos años para que aparezca un
poemario donde la temática en su conjunto nos hable del género y aparece con
Jerónimo Pimentel (Lima, 1978) y su “Al Norte de los ríos futuros” (2013) donde
el autor nos lleva al S.XXIII con seres humanos nacidos en ciudades como Nuevo
Cuzco o Nueva Hiroshima donde el Ego de un dictador se convierte en un fascismo
planetario, mientras los habitantes de la tierra se dirigen a diferentes
colonias a buscar un nuevo comienzo pero siempre llevando un pedazo de su
decadencia a nuevos mundos.
Megalomanía e imaginación nos muestra un poemario donde la
norma de este dictador es lo que crea o desvanece los mundos:
“Abro los
ojos: Marte. / Cierro los ojos: me puedo salvar. / Abro los ojos: la vida
obedece al sentido que reclama mi mirada. / Cierro los ojos: mi cuerpo es un
templo que no profanarás. / Abro los ojos: ¿cuántos centímetros faltan para
medir mi devoción? / Cierro los ojos: tu país es cualquier cosa excepto lo que
piensas. / Abro los ojos: vientos volcánicos sacuden Tharsis…”
Y en otros momentos se muestra como poder total:
“mi palabra
surca el foso e instala un régimen fascista en tu voz / he penetrado las
Árdenas / he cruzado la Línea Maginot / date cuenta / mi Yo de sitio asedia tu
mirada / y aspira tu aliento para poseerlo y hacerse nuevo en tu sangre con
aplomo / para hacer fogatas con tus puertas caídas / para violar dulcemente a
tu mujer / ¡Larga vida al Yo totalitario! / ¡Dios salve a este poema!”
¿Qué reflexiones
podemos tomar al final de este recorrido?. La ciencia ficción cuenta hoy con
buena salud, la de un hombre liliputiense porque aún el mercado de nuestra
ciencia ficción es pequeño, sin embargo el interés es cada vez mayor…quizás
para que siga creciendo el genero tenemos que invocar el verso de Pimentel con
una modificación ¡Dios salve a la ciencia ficción!
http://www.slideshare.net/LuisAlonsoCruzAlvarez/ponencia-ciencia-ficcin-peruanaFuentes:
Sobre al norte de los ríos futuros de Jerónimo Pimentel por Jorge Posadas en http://www.transtierros.com/sobre-al-norte-de-los-rios-del-futuro-de-jeronimo-pimentel/
Al Norte de los Rios Futuros Jerónimo Pimentel (2013) Ediciones Liliputienses
Mañana, Las Ratas Jose Adolph (1984) Ediciones Mosca Azul
Cuentos sociales de
ciencia-ficción Juan Rivera Saavedra (1976) Editorial Horizonte
XYZ, una novela
grotesca Clemente Palma (1934) Editorial Perú
http://www.slideshare.net/LuisAlonsoCruzAlvarez/ponencia-ciencia-ficcin-peruana
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