Ponencia sobre ciencia ficción peruana - FILH Cuba, Febrero 2014

Esta fue mi ponencia sobre la ciencia ficción peruana en el Centro Dulce María Loynaz.
La actividad se desarrolló el día Viernes 14 de Febrero (¡que mejor fecha para hablar de ciencia ficción):


Hacer un panorama de la ciencia ficción peruana es un trabajo que lo comparo con una labor de microscopio electrónico. Este instrumento con su poderosa lente de aumento, nos permite ver en la piel de nuestra literatura, esa fauna que reclama su espacio y su propio nombre, dejando der ser confundida con otros géneros que están más de acorde con el canon.

Con el paso del tiempo la ciencia ficción peruana comenzó a tener sus propios héroes y obras fundacionales, sus hitos. En esta ponencia, por un tema de tiempo y también espacio para los presentes, recorreré la historia de este género en el Perú desde fines del siglo XIX hasta nuestros días.

Antes que nada debo decir lo siguiente, esta ponencia la hago más que todo como un amante de la ciencia ficción, que la cultivo en la poesía que he hecho y en una aventura narrativa coautoral. Esta ponencia tiene la intención de invitarlos a descubrir este género en el Perú

Felizmente, ya tenemos excelentes estudios sobre el tema como Daniel Salvo y su página Ciencia Ficción Perú y Carlos Enrique Saldívar con su grupo Coyllur y la revista Argonautas. A los cuales remito para tener una información más detallada de esta introducción

He divido en tres partes este recorrido:

Ciencia Ficción Peruana en los finales del diecinueve y principios del veinte: Clemente Palma, La última rubia y XYZ.

Ciencia Ficción Peruana en la segunda parte del siglo veinte: Los héroes Jose Adolph y Juan Rivera Saavedra

Ciencia Ficción en el siglo veintiuno: La siguiente generación

Ciencia Ficción Peruana en los finales del diecinueve y principios del veinte: Clemente Palma,  La última rubia y XYZ

¿Quién fue Clemente Palma?, nada más y nada menos que uno de los hijos de nuestro tradicionalista por excelencia Ricardo Palma. En su vida (que va de 1872-1946) fue un personaje polémico por sus postulados sobre las razas, así como por su postura frente a la iglesia católica y su afinidad al satanismo y malditismo francés. Se dedicó a ser periodista y cuentista de relatos fantásticos que publicaba en los periódicos en los cuales él trabajó  como La Crónica.

Esos cuentos luego los reuniría bajo el título de Cuentos Malévolos del año 1904. En su conjunto son una recopilación de 12 cuentos fantásticos, donde abunda la influencia de Edgar Allan Poe, Oscar Wilde y Guy de Maupassant. En su conjunto toca temas sobre el desencanto, el idealismo, lo oscuro, lo onírico, la ciencia.

 

Dentro de este grupo está una de las obras fundacionales de nuestra ciencia Ficción, en clave de  cuento, La Última Rubia. En este relato, mediante la exposición de un problema para la sociedad del siglo 31 que es la ausencia de oro en el planeta  y de la búsquedas frenéticas para hallarlo en su forma sólida (que van desde someter  una mezlca de Uranio y rayos solares a presiones de billones de atmosfera dentro de cajas presurizadas, hasta utilizar alquimia bajo métodos científicos como es el uso de mezclas de flor de liz, con bilis de oso y molibdeno todos con el mismo resultado: oro volátil) Palma nos muestra un mundo futuro donde plasma sus pre juicios sobre la mezcla de razas (en especial la amarilla) y la necesidad de mantener la pureza de las mismas privilegiando la salvaguarda de las razas europeas:

No había rinconcillo del mundo á donde esa gente no hubiera llegado y estampado la huella de su maldición étnica: no había un rostro que no condujera un par de ojillos sesgados y una nariz chata; no había cabeza que no estuviera cubierta de cerdosa y negra cabellera. Con verdadera rabia esos salvajes macularon la belleza europea, como para anonadar lo que ellos no podían producir. Quizá para asegurarse así las victorias del porvenir

La búsqueda de este personaje es hallar a la última rubia pura (búsqueda que a los pocos años se plasmaría en las realidades nazi y fascista en la Europa pre-segunda guerra) porque mediante sus cabellos como materia prima y un proceso alquímico que dice heredar de Paracelso, Flamel y el mismo Cornelio Agripa puede producir un oro duradero y sólido.

Este cuento es transgresor e incómodo para muchos, porque nos muestra un Palma crudo, que es el Palma que cree en la supremacía racial y cultural de ciertas personas conjugada con su afición por las ciencias ocultas y la ciencia pura. Un collage que nos muestra un mundo abocado a consumirse para consumir más oro

A este cuento, le seguiría otra obra que durante muchos años fue ninguneada por la crítica por considerarla como bizarra o como el mismo Palma subtitularía a XYZ (una novela grotesca). El protagonista es un brillante joven científico llamado Rolland Poe (que como nos hace notar Salvo en sus exégisis de dicha obra es un homenaje velado a su padre Ricardo Palma y Allan Poe, pues usará las iniciales R.P. en toda la novela) R.P. luego de una brillante carrera en la ciencia (en la historia el da consejos sobre la relatividad a Einstein y sobre el uso de la radioactividad a Marie Curie) decide incursionar en ámbitos como la industria cinematográfica.

Nuestro personaje queda sumamente cautivado con las estrellas de cine, así que decide clonarle mediante un  proceso que incluye albumina y radioactividad. Así, Palma nos recalca su interés total por las ciencias ocultas (es claro el mito del demiurgo) y la ciencia nueva de la radioactividad que para él deberían tener un punto de encuentro en la creación de vida o de cosas valiosas para el hombre.

Pero Palma también nos mete de lleno en los peligros de la radioactividad, presintiendo lo que en unos años el vería casi al poco antes de fallecer, la bomba atómica. Sus copias de Greta Garbo, Rodolfo Valentino y otros actores al poco de ser creados, como miniaturas de 40 cm del original, terminan todos como una especie de líquido espeso y R.P al manipular la nueva ciencia terminará enfermo de muerte (sin quererlo estaba viendo a las futuras víctimas de Hiroshima y Nagasaki y lo peligroso de intentar ser Dios o un dios en el mundo moderno).

Así, nuestro Clemente Palma introduce al Perú en una tradición de ciencia ficción, mientras a su alrededor los debates sobre el indigenismo eran pan de cada día ¿estamos frente a un acto de escapismo?, déjenme decirles que estaba abriendo una puerta y un mundo nuevo para encarar.

Ciencia Ficción Peruana en la segunda parte del siglo veinte: Los héroes Jose Adolph y Juan Rivera Saavedra

¿Por qué llamar héroes a estos dos escritores? Se define como héroe a la persona que realiza hazañas extraordinarias, dignas de elogios, arriesgándose como persona.

En la mayor parte del siglo veinte, el realismo y lo real maravilloso se impuso durante la primera mitad, para luego la narrativa urbana y coloquial se entronizara durante la otra. Así el realismo urbano en el Perú impuso su hegemonía, apoyado por las editoriales y el reconocimiento internacional.

Si vemos este panorama, el realizar ciencia ficción en el siglo veinte es una hazaña extraordinaria y por ende heroica, y más elogiable si los productos tuvieron una calidad de precursoras

Empecemos con José Adolph. Este escritor de origen alemán (nace en Stuttgart en 1933) viene al Perú joven huyendo junto con su familia de los nazis que los persiguen por sus filiaciones troskistas. Se nacionaliza en 1974 y comienza su carrera en los años setentas.

Una de sus tantas obras en el género y que a la postre es la más conocida como obra de ciencia ficción es la novela “Mañana, las ratas” (1984). Lima se presenta en el año 2034 como una ciudad en decadencia, anómica, donde un grupo de personas se pueden llamar “humanos” y el resto es conocido como “ratas”.

Los llamados “humanos” trabajan para grandes transnacionales que gobiernan buena parte del mundo del 2034. Son personas que tienen el poder y lo ejercen de una forma muy específica mediante la sexualidad. La mayoría de ellos buscan entre los barrios donde viven las “ratas” a personas que estén dispuestas a realizar cualquier tipo de fantasía que ellos desean. En su mayoría muchos de ellos se desviven por el vouyerismo.

En ese intrincado surge una relación entre Antonio Tréveris y Linda King, que por el sólo nombre da a entender  a qué parte de la ciudad pertenecen ambos.

Con esta novela Adolph no se desentiende de la realidad peruana y limeña de los ochentas, es más las proyecta. Así nos presenta esa Lima en donde era (y aún lo es) bien marcada las divisiones sociales, las divisiones entre distritos ricos, pobres y algunos emergentes. El inicio de una guerra civil y terrorista en todo el país que nos desangraría por más de 10 años. La decadencia de una ciudad donde el “criollo” es el que gana, el que comenzará a acumular dinero.

Sin querer la figura de Antonio Tréveris refleja a ese yuppie a la peruana de los ochentas y principios de los noventas, siempre en busca de sus Linda King con las cuales se puede dar todas las libertades donde las máximas son “lo que tu mujercita haga con su preciosa serie de agujeros no le concernía a él mayormente”  o “y si mi mujercita tiene algo por allí, eso es inevitable y además con qué derecho yo, pero en fin (...)”

Cyberpunk sexual en Lima del 2034 con sabor a los ochentas, una visión profunda del poder que tomarían las transnacionales en los siguientes 30 años y la afición que todos tenemos por ser el “Gran Hermano” que todo lo ve y que Adolph nos propone. En un comentario sobre la novela en el diario la República  de ese año (1984) se lee lo siguiente:

por fin, en el Perú tengamos alguien que nos diga lo actual, lo acuciantemente presente, bajo la metáfora de lo anticipado y lejano, a la manera de las parábolas de Ray Bradbury o de Kurt Vonnegutt Jr., incluyendo películas tan hermosas de anticipación como Blade Runner (...)”. Todo es totalmente cierto con este autor.

Adolph nos dejó en el 2008 con esta proyección de Lima y  también un hermoso legado de su cuentística de ciencia ficción en un recopilatorio de 1971 llamado “Hasta que la muerte” que en sus 10 relatos podemos ver como profundiza en los orígenes de la humanidad (Comienzo), hace un juego con los dioses andinos y su aproximación con el mundo católico de una manera muy original (El Falsificador), juega con la inmortalidad y sus implicancias (Nosotros No) y por ultimo nos da las bases de lo que sería el Cyberpunk que el desarrollaría en su novela (Los Mensajeros)

Juan Rivera Saavedra limeño, nacido en 1930. Dramaturgo, escritor y ensayista. Se ha dedicado también a la televisión escribiendo libretos para novelas y series peruanas.

El aporte, que lo hace otro de los héroes, es que fue el primero en publicar e introducir el género del microrrelato o género breve en la ciencia ficción peruana. Si bien su vertiente más fuerte se declina por temas sociales y políticos de su época (al igual que Adolph vivió la violencia política y terrorista de los ochentas). Producto de esto, su obra más destacada para el género está en la recopilación Cuentos sociales de ciencia ficción (1976) donde la ironía, la visión aguda y la crítica política son la carta de presentación como en el siguiente relato:

La Causa

El cohete quedó listo.

Buscaron entre todos los voluntarios a un negro, y lo enviaron a Marte.

Como fue un éxito la operación, reclutaron esta vez a dos negros y, al igual que al anterior, los enviaron a Marte.

Luego mandaron a cinco; después a diez; más tarde a cien, hasta que no quedó un negro en Norteamérica.

Hecho esto, los blancos perdieron todo interés por los viajes especiales y destruyeron los planos.

Rivera Saavedra sigue siendo un claro ejemplo de contestación a la realidad, aunque ahora más apegado a la dramaturgia pero sus otros libros de cuentos de micro ficción Punto (1964) y Oprimidos y reprimidos (2004) donde en cada uno refleja su reflexión sobre el poder en la ciencia ficción.

Podemos decir que sus tres obras representan la trilogía del poder en el futuro.

Ciencia Ficción en el siglo veintiuno: La siguiente generación

Esta nueva generación forjada a mediados de los noventas y en estos años del siglo XXI han contado con la herramienta soñada en las fantasías de Heinlein, Clark o Dick, la herramienta que conecta a seres humanos en cualquier parte del mundo y con el tiempo quizás con colonias en otras planetas: Internet.

Con esta herramienta la publicación y la difusión de la ciencia ficción está en su etapa dorada. Revistas, recopilaciones y congresos están a la orden del día

Aquí haré una distinción arbitral, por un lado están los autores de los noventas del siglo XX y por otro los autores de los primeros años de la década del 2000. La división no es por temática, más bien siguen unidos por un hilo a los fundadores del género,  sino por los medios de difusión.

Mientras que los autores de los noventas, aún se valieron en sus primeras ediciones de la imprenta clásica, los autores de la década del 2000 se valieron del internet. Así muchos jóvenes de los noventas se dieron a conocer con relatos de ciencia ficción y también colaboraron mediante páginas especializadas de otras partes del mundo siendo páginas como la argentina “Breves no tan breves” o las páginas españolas “Portal de Ciencia y Ficción”.

Así mismo las revista virtuales han hecho su parte para difundir a los nuevos y consagrados como es el caso de la revista peruana de ciencia ficción “Agujero Negro” así como “Argonautas” o las ediciones por esta vía del “Gato Descalzo” con sus antologías “Somos Libres” sobre literatura fantástica y ciencia ficción

Entre los autores surgidos en los noventas tenemos a Enrique Prochazka y su recopilación de cuentos “Un Único Desierto” de 1997 que en palabras de Salvo:

 podemos seguir con asombro y deleite el desencuentro entre sendos representantes de culturas distintas, la prometeica epopeya de un ladrón de energía eléctrica, la continuación de la temática orwelliana de "1984", el entrecruzamiento de realidades paralelas y el maravilloso viaje de un porquerizo en busca de la sabiduría.”

Dentro también es de especial interés el relato el Breve Mar donde mediante la creación de una presa que aprovecha el agua de mar para crear electricidad, los futuros ingenieros se hallan con los planos originales, llevándose una gran sorpresa al darse cuenta que estos no son producto del cálculo integral o de mecánica de materiales sino de ciertas prácticas chamánicas de los brujos del norte del Perú.

Entre los autores de los 2000 tenemos el caso de Carlos Enrique Saldivar (1982) que es un producto total de su década. Tiene a cargo las revistas virtuales Argonauta y forma parte del comité editorial de Agujero Negro. Él ha transitado entre la ciencia ficción y el horror destacando su obra “El Otro Engendro” donde podemos ver como el autor hace que Frankestein descubre el mal, mediante la figura de un aristócrata culto, perverso y malvado Peter Fredich Dracois III el cual se da el lujo de dar consejos a la criatura como: “si alguien quiere golpearte, aplasta su cabeza”. Aquí Carlos retoma el viejo mito de la corrupción del hombre puro por la sociedad, especialmente la sociedad aristócrata y pre-capitalista que degenera todo lo que toca.

Hasta este punto hemos hablado mucho sobre la narrativa de ciencia ficción, pero ¿podemos hablar de una poética de la ciencia ficción?. Esta empresa es aún más heroica y quizás podamos ver los primeros bocetos de mundos científicos – oníricos con los Extramuros del Mundo de Enrique Verástegui (1971).

Pero han tenido que pasar muchos años para que aparezca un poemario donde la temática en su conjunto nos hable del género y aparece con Jerónimo Pimentel (Lima, 1978) y su “Al Norte de los ríos futuros” (2013) donde el autor nos lleva al S.XXIII con seres humanos nacidos en ciudades como Nuevo Cuzco o Nueva Hiroshima donde el Ego de un dictador se convierte en un fascismo planetario, mientras los habitantes de la tierra se dirigen a diferentes colonias a buscar un nuevo comienzo pero siempre llevando un pedazo de su decadencia a nuevos mundos.

Megalomanía e imaginación nos muestra un poemario donde la norma de este dictador es lo que crea o desvanece los mundos:

“Abro los ojos: Marte. / Cierro los ojos: me puedo salvar. / Abro los ojos: la vida obedece al sentido que reclama mi mirada. / Cierro los ojos: mi cuerpo es un templo que no profanarás. / Abro los ojos: ¿cuántos centímetros faltan para medir mi devoción? / Cierro los ojos: tu país es cualquier cosa excepto lo que piensas. / Abro los ojos: vientos volcánicos sacuden Tharsis…”

Y en otros momentos se muestra como poder total:

“mi palabra surca el foso e instala un régimen fascista en tu voz / he penetrado las Árdenas / he cruzado la Línea Maginot / date cuenta / mi Yo de sitio asedia tu mirada / y aspira tu aliento para poseerlo y hacerse nuevo en tu sangre con aplomo / para hacer fogatas con tus puertas caídas / para violar dulcemente a tu mujer / ¡Larga vida al Yo totalitario! / ¡Dios salve a este poema!”

¿Qué reflexiones podemos tomar al final de este recorrido?. La ciencia ficción cuenta hoy con buena salud, la de un hombre liliputiense porque aún el mercado de nuestra ciencia ficción es pequeño, sin embargo el interés es cada vez mayor…quizás para que siga creciendo el genero tenemos que invocar el verso de Pimentel con una modificación ¡Dios salve a la ciencia ficción!
http://www.slideshare.net/LuisAlonsoCruzAlvarez/ponencia-ciencia-ficcin-peruana




Fuentes:

 Ciencia ficción Perú 2002-2008 de Daniel Salvo en http://cifiperu2002.blogspot.com/
Entre el desierto y el entusiasmo: Panorama de la ciencia ficción en el Perú por Daniel Salvo (2004) en http://www.elhablador.com/cf2.htm

Sobre al norte de los ríos futuros de Jerónimo Pimentel por Jorge Posadas en http://www.transtierros.com/sobre-al-norte-de-los-rios-del-futuro-de-jeronimo-pimentel/

Al Norte de los Rios Futuros Jerónimo Pimentel (2013) Ediciones Liliputienses

Mañana, Las Ratas Jose Adolph (1984) Ediciones Mosca Azul

Cuentos sociales de ciencia-ficción Juan Rivera Saavedra (1976) Editorial Horizonte

XYZ, una novela grotesca Clemente Palma (1934) Editorial Perú

 http://www.slideshare.net/LuisAlonsoCruzAlvarez/ponencia-ciencia-ficcin-peruana

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