La poesía, un modo de encontrar la verdad. Conversación con el poeta Luis Alonso Cruz (Cuba,2014)


Entrevista en el marco de la Feria del Libro de la Habana 2014 con la poeta y directora de la Casa de la Poesía de La Habana, Teresa Fornaris

http://feriadellibro.cubaliteraria.cu/noticia.php?idnoticia=1287

(Nota: Estuvo disponible hasta Noviembre del 2014 en la página, por lo que ahora reproduzco la entrevista que me hiciera Teresa Fornaris)


La poesía, un modo de encontrar la verdad

Conversación con el poeta Luis Alonso Cruz

 

Por: Teresa Fornaris

 

Apenas unos días antes que comenzara esta Feria del Libro nos habíamos conocido. Aunque ambos estábamos rodeados de poetas y artistas de la plástica y el ambiente pudo ser propicio, tuvimos pocas oportunidades de conversar. Sin embargo, el amigo común que lo acompañaba me dijo “es un poeta excepcional, está asombrado con el pensamiento y los modos de los poetas cubanos, de sus jóvenes, de sus mujeres”. Con sorpresa descubrí que ese muchacho, graduado de Ingeniería Industrial, estaría como uno de los primeros invitados a los espacios de lectura en la Casa Guayasamín y con gusto accedió a este intercambio.

Nacido en Lima 1981, formó parte del Taller de Poesía dirigido por Renato Sandoval; publicó el libro co-autoral, Tetrameron del Fondo de la Universidad de Lima, 2003 y luego los libros Lumen, Trilogía del Espíritu por la Editorial Nido de Cuervos en 2007 y Radio Futura por Lustra Editores del 2008. Ha colaborado con las Revistas “Evohé”, “Tinta Seca” y en los proyectos virtuales como “Isla Negra” y “Urbanotopia”, así como el Fanzine de Ciencia Ficción “Agujero Negro”. Sus poemas aparecen en la recopilación Versolibrismo, poesía y arte contemporáneos publicada por Rio Negro en 2013 y en publicaciones dedicadas al Segundo Festival Internacional de Poesía de Lima donde participó, también de 2013.

Antes que hablemos de cómo ha sido ese tránsito de la Ingeniería Industrial a la poesía y viceversa, de cómo estuvo antes y después, siempre es interesante para un poeta saber qué piensa otro, de lo que considera como poesía.

Parecerá un poco prosaico lo que voy a decir, pero la poesía es como una amante, aunque creo que en el buen sentido. Sin embargo me resulta más fácil pensar en lo que no es poesía. Hay un par de versos que fueron publicados en la revista Fórnix y que luego serían utilizados como “Arte poética” que dicen “poesía no eres tú / poesía no es todo”. Estoy contra esos dos presupuestos tan conocidos y manipulados. La poesía es una búsqueda de conocimientos, un camino para llegar a la verdad.

¿Fue entonces esa búsqueda del conocimiento lo que te hace estudiar Ingeniería Industrial, de algún modo la que rige el resto de las ingenierías?

Desde pequeño tuve afición por los números. Crecí entre enciclopedias de Baldor, ¿las conocen acá?

Sí, claro, muy famosos los libros de matemáticas…

Sí, de geometría, álgebra. Mi pasatiempo era ese justamente, hacer los ejercicios de Baldor. Con las matemáticas he tenido una relación muy buena, quizás mucho mejor que con muchas personas que he conocido (risas). Entonces la ingeniería era algo natural, ¿cuál de todas? La industrial, porque era la más amplia y en mi país la educación es una inversión. Sobre todo en la educación privada es una super inversión, hay que pagar todo, tienes que escoger muy bien la carrera que vas a estudiar, en base también al prestigio que tenga la universidad así sabrás qué retorno vas a tener. Donde estudié era una buena casa universitaria. La poesía también estuvo allí. Hay un evento fundamental, cuando estudiaba la secundaria en una provincia al norte de Perú. Dábamos poesía del Siglo de oro español y yo pensaba que si había que escribir de ese modo, nunca sería poeta. Pero un día el profesor nos enseñó a Walt Whitman y cambié de opinión. Este profesor sigue enseñando literatura en el Colegio San Ignacio Loyola y es una persona que le tengo la deuda.

Recién me doy cuenta de la suerte que uno tiene, de su momento, de su historia. Cuando entro a la universidad en el 99 conozco a Renato Sandoval, profesor de Taller de poesía. Pudo ser de otro modo pero fue, digamos, por el espíritu de tiempo Zeit Geist, aparecieron en otras universidades otros talleres de poesía. En la católica se iniciaba la Sociedad de Elefantes, donde estaba el poeta Diego Alonso Sánchez Hernani, hijo del poeta Enrique Sánchez Hernani, luego el grupo de la universidad Federico Villa Real, que es estatal y apareció Víctor Ruiz, y así varias universidades, varias colonias comienzan a intercambiar poesía. Y la prensa que en los 90’ había mirado solo la narrativa comenzaron a apuntar hacia los poetas y a todos nosotros nos llamaron “La generación del 2000”. Allí conocí otros poetas que están organizando sus propios talleres, ganando premios.

¿Cómo se producían esos encuentros con otros los talleres, si eran independientes?

Lo que nos juntó a todas las generaciones fue el Congreso de Literatura en octubre del 2002 en la Universidad de Lima. Lo organizó Renato Sandoval con el título “¿Para qué la literatura?”. Allí estuvo Washintong Delgado, Pablo Guevara, José Watanabe, Mario Vargas Llosa que todavía no era Premio Nobel, gente de fuera también, consagrados, durante cuatro días en la universidad. Así nos reunimos.

No tenían libros publicados

No, teníamos publicaciones por revistas o en plaquetas. Revistas de las universidades o plaquetas que sacaban los grupos y como también estaba difundiéndose la internet en esa época, algunos poetas ponían sus publicaciones en otras partes del mundo como México, Argentina.

¿Cómo fue entonces la publicación de tu primer libro?

Si queremos ponerlo de esa manera yo tuve dos primeros libros. Uno fue coautoral, El Tetrameron del año 2003, que lo hicimos a cuatro voces. Fue una publicación extraña, un poco triste porque en ese año Renato Sandoval deja la universidad de Lima y se acaba el taller. Personalmente también estaba pasando por una época complicada de mi vida, por eso cuando lo presenté sentí como esos padres ausentes que te atienden pero no están.

¿y tu segundo primer libro?

“Lumen”. También tuve una relación rara con él. Fue mi primer libro en solitario con Nido de Cuervos. Cuando lo sacamos en el 2007 todo el trabajo de promoción y divulgación recayó en mi y yo no tenía la más mínima idea de cómo se hacía. Ya estaba trabajando y me dijeron ponlos en estas librerías, acá, allá y así lo hice, los dejé pensando que algún día lo iba a presentar, pero eso no sucedió.

Hasta esta Feria

Sí, ha sido aquí en La Habana donde lo he venido a presentar.

¿Cómo ha sido tu relación con el público que te ha escuchado? ¿Qué te has propuesto en él?

No he escuchado ninguna crítica, sólo simples pareceres: “me gustó esto o lo otro”, “no me gustó, es muy denso”. En mi libro propongo tres cosas: mi relación con el tiempo, con la historia en realidad, que vendría a ser una relación terrenal; luego viene la relación con el purgatorio a través de las figuras geométricas y luego la relación con el cielo, con lo divino a través de la ira de Dios. Aparte venía tratando de cerrar un tema que venía de mi libro anterior, mi relación con la historia y con el pasado. Me interesa la historia, la historia humana, las formas geométricas puras. Al final lo único que trato es de encontrar la verdad, en otro mundo, donde están las ideas. La belleza está ahí.


(Teresa Fornaris, poeta y gestora cultural. Actualmente se encuentra dirigiendo la Casa de la Poesía en La Habana, Cuba http://alascuba.blogspot.com/2008/07/teresa-fornaris-la-habana-1971.html)


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