14 de Noviembre de 2008 - Extracto de la novela inédita "Los Días Paralelos"
(14 de Noviembre de 2008)
Gonzalo apagaba la computadora. Los minutos
hasta que completara el proceso de cerrar el sistema con el que trabajaba, el
Excel con sus cálculos, luego la pantalla y por fin el sonido de cierre de
Windows se le hicieron eternos.
Cuando vio la hora en su celular se dio cuenta
que eran las 6:15 pm y ya tenía un mensaje de texto que le decía “estoy en la
puerta”. Era Gabriel que como siempre era tan puntual.
Al salir de la oficina, recordó que era la
hora punta en los ascensores así que no le quedó otra opción que bajar por las
escaleras-estoy bajando por las escaleras-escribió para que Gabriel no se
comenzara a poner nervioso.
Los siete pisos los hizo bastante rápido, eran
sus ansias de llegar con Gabriel y salir juntos a la gran noche.
-Bueno ya estoy aquí, ¿nos vamos en combi?-
-¡No te pases Gonzalo! Son las 6:30 pm y con
el tráfico que hay vamos a llegar cuando ya empezó todo. Tenemos que tomar un
taxi-
-Tienes razón, mira justo ahí viene uno-
Ambos trataron de negociar el precio, pero el
taxista no aceptó. Decía que desde ahí, Larco con Shell en Miraflores, hasta
donde querían ir había un tráfico espeluznante así que mejor se buscaran otro.
Los intentaron con dos más y la situación se
volvía desesperada para ambos. El reloj estaba muy cerca de marcar las 7 pm -Al
próximo aceptamos el precio que sea Gonzalo- y así fue. Pagaron 22 soles por
una carrera que normalmente deberían pagar 13 pero era eso o nunca llegar.
Gonzalo tenía ganas de hablar de lo que le
estaba sucediendo, pero al solo entrar al taxi Gabriel contestó una llamada. Desde
que lo habían hecho gerente junior en esa transnacional europea de venta de
sistemas, se había vuelto una persona muy ocupada. Recordó que en el algún
momento, Gabriel le había comentado que su nuevo horario de dormir era cercano a
las 2 de la mañana gracias a todos los correos y requerimientos que tenía por
contestar, sin embargo la paga era buena.
En el fondo Gonzalo estaba agradecido de que
Gabriel lo acompañara. Sabía que mañana Gabriel tendría el doble de trabajo y
que seguro dormiría a las 3 de la madrugada por salir con él
-No te preocupes Gonzalo, a mí también me
gustará ir contigo. Es el primer concierto que iremos juntos-
Cuando estuvieron cerca del Estadio Nacional,
Gabriel cortó la llamada-Si no le decía basta de seguro me tendría hablando
incluso dentro del concierto. Estos suizos son bien jodidos cuando se trata de
dinero, pero es comprensible-
-A todo esto ¿cómo te va en este nuevo
trabajo?-
-Bien…en realidad todos los días son iguales y
necesitaba darme una noche lejos de la laptop-
-¿Cómo te va con Marcia?-
-Bien, todos los fines de semana son iguales.
Salimos a comer algo, tomamos algo y terminamos cogiendo en su departamento-
-Suena como una rutina Gabriel, ¿eres feliz?-
-Gonzalo, todo es una rutina…¿tienes los
boletos contigo, cierto?-
-Sí, aquí están-
El taxista los había dejado a dos cuadras del
Estadio Nacional, justo en el cruce de Petit Thouars con Jirón Madre de Dios.
Desde ahí los revendedores se acercaron como abejas para ofrecer entradas y
casi todos se dirigían a Gabriel. Tenía el porte del chico joven miraflorino
con dinero.
-¿Por dónde se entra para ir a
Oriente?-Gabriel aprovechó el caos para preguntar a uno de los revendedores.
Sabía que Gonzalo no lo haría
-Tiene que ir para la Vía Expresa, por ahí
están entrando. Por cierto, ¿tiene su entrada?. Tengo para usted y su amigo en
Occidente, precio de promoción-
-No muchas gracias, ya tenemos-
-Gonzalo, vamos rápido porque estoy escuchando
que los teloneros van a terminar-
-Ok, y ¿ya sabes quién será la banda
sorpresa?-
-Escuché por ahí que sería una banda inglesa
pero si queremos saberlo debemos apurarnos-
-Está bien-
A Gonzalo le gustaba la seguridad que
transmitía Gabriel. Era como una tabla salvavidas para aquellos días que estaba
pasando.
El corazón de Gonzalo comenzó a latir con
fuerza. Muy aparte de subir las gradas de Oriente casi corriendo, había algo
más, pero prefiero ignorar sus presentimientos.
-¡Aquí es!. Ven siéntate, vamos a disfrutar
ahora. ¿Tienes algo? Te veo pensativo Gonzalo-
-No es nada específico, creo que aún estoy
sorprendido de estar aquí contigo disfrutando un concierto-
-¿Estás seguro que solo es eso?...bueno si es
así, te digo que estoy feliz de vivir este concierto contigo. ¡Que sea el
primero de varios!-
Gonzalo asintió mientras las luces de todo el
Estadio Nacional se volvieron a apagar. Un momento de suspenso se apoderó de
todo el ambiente, era el momento de la banda sorpresa que hasta ese momento
nadie sabía quiénes serían.
-¡Son Travis Gonzalo! Esto será un retroceder
a nuestros años de universidad-
Well I believe there's something watching over
you
They're watching every single thing you say
And when you die they'll set you down and take
you through
You'll realize one day
La gente alrededor
tampoco salía de su asombro. Esperaban cualquier otra banda pero no a ellos. Una
banda relativamente actual que había acompañado los primeros compases de la
música de los 2000, no lo imaginaron los más de 30,000 asistentes. Gabriel
abrazó a Gonzalo en el momento preciso cuando la banda coreaba Side.
-¿Sabes Gonzalo? Con
esta canción recordé cuando salíamos al Sargento Pimienta, las noches con la
gente de Comunicaciones y Artes, los porritos que lanzábamos antes de entrar,
la música, las chelas, todo lo bueno que hubo ahí.
Y cada vez que
regresaba a casa me cocinaba unos huevos revueltos, como esos que te preparé
una vez-
-Recuerdo que esa
noche, tu perra Laika casi me come cuando te abracé-
-Es que ella siempre
fue celosa-
-Cuando terminaba de
cocinar, me iba con el plato y todo al cuarto y prendía MTV y casi siempre me
encontraba con Travis…¿Escuchas ahora?-
-Sí, se viene algo de
nuestra juventud Sing-
-¡Juventud divino
tesoro!-
-¿Creo que dijeron gracias Lima?-la pregunta
de Gabriel lo sacó de sus pensamientos pero también lo dejó aturdido
-No lo sé, no escuché bien-
-Sí me di cuenta, las tres últimas canciones
te vi en otra ¿qué pasa? ¿tiene que ver con Micaela?-
-Sí-
-Lo imaginaba…escúchame, en unos momentos entrará
REM ¿podrías dejar de estar así por una hora? Por lo menos si no es por ti,
hazlo por mí que he venido a disfrutar este concierto tanto como tú-
-Lo intentaré-
-Me parece muy bien Gonzalo, te quiero mucho
mi querido amigo-
-Gracias-
Y como si fuera una especie de evocación, comenzó
a sonar “Living Well is the Best Revenge”. Los REM estaban en el escenario.
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